Dado que los primeros tejidos de lino eran blancos se convirtió en un símbolo de pureza, por lo que los egipcios no solo lo utilizaban para la confección de prendas de vestir, sino también para sus prácticas religiosas. En la Biblia también se habla del lino en varios pasajes.
Se tiene conocimientos que desde hace 4.000 años antes de cristo se cultiva en países mediterráneos el lino para la obtención de fibra textil y desde hace unos 2.000 años como medicamento, como se puede constatar en numerosos restos arqueológicos encontrados en Egipto y la antigua Babilonia.
El cultivo del lino fué una de las ocupaciones durante gran parte del siglo XIX y principios del XX, utilizando para ello los terrenos más llanos y productivos, de ahí que una vez desaparecido su cultivo, se le siga llamando linares a las fincas en las que sembraba.
Es posible que el cultivo del lino se perdiera en la década de los sesenta, pero hasta esa época se había cultivado asiduamente y era, junto con la lana que se recogía de esquilar las ovejas, una de las dos fibras que se utilizaban para confeccionar en los telares diferentes prendas de uso cotidiano, así se confeccionaban sábanas, etc. Las mantas también se tejían en los telares, pero generalmente era de tiras de tela extraídas de restos de prendas usadas. Había telares en casi todos los pueblos.